Haztúa

«Es un negocio en auge: cada más personas se atreven a ir al psicólogo»

Rosana y Mónica Pereira, fundadoras de Haztúa, y Núria Codony, primera franquiciada de la enseña de terapia psicológica positiva Haztúa


Gaceta del Emprendedor (GE): Tal vez sería bueno comenzar explicando qué es la psicología positiva, puesto que es la base de su concepto de negocio…

Mónica Pereira (MP): Se trata de una corriente, dentro la psicología, que nació hace 20 años, más o menos. Y es que sus promotores, cansados por así decir de enfocarse en las cosas malas que les suceden a las personas, intentaron plantearse otro camino. El paradigma: ¿por qué intentar siempre quitarle los síntomas negativos a las personas afectadas, y no fijarse en aquellas otras que son felices, y a las que les va bien viviendo las mismas situaciones que a otros les provocan depresión?

Como consecuencia, empezaron a trabajar enfocándose en la sintomatología positiva. Es decir, las experiencias positivas, las emociones positivas. Ojo, que conste que no es un  proceder incompatible con otro tipo de intervenciones psicológicas.

GE: Estamos hablando del año…

MP: La primera vez que se menciona el termino psicología positiva en una publicación es en el año 1998. Y más concretamente en la toma de posesión de Martin Seligman como presidente en la Asociación de Psicología Americana. En el acto, este terapeuta plantea que llevaba trabajando con la depresión muchos años, y al hacerse cargo de la presidencia hace una declaración de intenciones, manifestando que va a fomentar el trabajo en psicología positiva.

A partir de ese momento empiezan a realizarse ya numerosos estudios internacionales, y esta rama de la psicología va para adelante. Por tanto, sí, en cierto sentido puede afirmarse que el padre de la psicología positiva es Martin Seligman.

Núria Codony (NC): Lo cierto es que la psicología positiva digamos que va más allá de la enfermedad: lo que hacemos e intentamos alcanzar es el bienestar psicológico o la felicidad del paciente. Pero no hablamos del optimismo por el optimismo, sino con una base y un significado, un porqué y un para qué.

GE: ¿En qué momento llega a España, y Haztúa empieza a trabajar con este sistema?

MP: Carmelo Vázquez, segundo presidente de la Sociedad Internacional de Psicología Positiva y también de su homónima española, era colaborador de Martin Seligman, y por tanto empezó a trabajarse aquí en España casi paralelamente a Estados Unidos.


«Cuando hablamos de psicología positiva no se trata del optimismo por el optimismo, sino que existe una base y un significado, un porqué y un para qué»


La psicología positiva es aún algo novedoso. Y de hecho, seguimos trabajando con muchos estudios que la validen y conviertan en una terapia basada en la evidencia. De hecho, por estas fechas celebramos ya el cuarto congreso.

Rosana Pereira (RP): Los profesionales de la psicología nos sentimos enganchados por la psicología positiva, no solo por el efecto sobre la persona que recibe durante la terapia, sino porque el terapeuta se sienta mucho más cómodo a la hora de realizar la intervención. Llevar a una persona a la mejor vida posible es de lo más satisfactorio para un profesional: conseguimos la mejor versión de cada uno de los pacientes.

GE: Núria, ¿y tú te dedicabas ya a la psicología positiva, antes de entrar en Haztúa?

NC: No. Yo me licencié ya mayor, y estaba precisamente haciendo prácticas en Haztúa. Por eso las conocí a ellas, y me apasionó enseguida el concepto.

RP: Como suele decir Mónica, los psicólogos son, en general,malos gestores. Lo que ofrecemos en Haztúa a todos los profesionales que empiezan, que van a poner su gabinete, es ahorrarse todos los errores que pudieran cometer, porque ya los hemos cometido nosotros varias veces antes que ellos.

Además, para que todo funcione correctamente hemos desarrollado una aplicación para la gestión, y un sistema de marketing que son adecuados para un gabinete de psicología; así que todo ese trabajo se lo ahorran.

GE: Por favor, que alguna de las tres defina Haztúa en pocas palabras. ¿Cuál es ese concepto de negocio que se pone a disposición de terceros?

MP: Con Haztúa, cualquier psicólogo, tenga la orientación que tenga, va a tener una formación en psicología positiva. Lo que le va a dar una versión diferente, mucho más positiva. Hemos cambiado la visión que teníamos tradicionalmente de que el paciente se sentaba a escuchar al terapeuta, porque éste era el que sabía.

NC: Nosotras consideramos que el que más sabe de su propia vida es el cliente –observa el matiz de que no hablamos ya de pacientes, sino de clientes–, y que ha venido a Haztúa porque está buscando algo que le ayude a cambiar.


Haztúa
De izda. a dcha. Rosana Pereira, Núria Codony y Mónica Pereira.

A los psicólogos nos cuesta mucho entender esto, pero el cliente sale mucho más feliz porque siente que es el artífice de su cambio, y eso hace además que ese cambio sea más permanente.

GE: Y ¿cuándo se os ocurre que esto puede ser interesante para ponerlo al alcance de interesados, de candidatos a franquiciado?

RP: Habitualmente cuando sales de la universidad vas un poco a trompicones, trabajas para otros hasta que consigues tu propio centro. Al final hemos, creado nosotras una forma de clonar el centro perfecto, con un sistema que contempla hasta en la forma de atender a las familias de nuestros clientes y a sus parejas.

Haztúa se creó en 2008, pero Mónica y yo llevamos más de dos décadas trabajando en psicología. En 2012 empezamos a darle vueltas a la idea de crecer como empresa. Pero desarrollarte y expandirte en este campo es muy complicado, porque porque no puedes estar en todos los centros a la vez.

GE: Y es entonces cuando pensáis en un sistema de colaboración empresarial como la franquicia, ¿no es cierto?

MP: Has de echar mano de una fórmula, como la franquicia, que conjuga el conocimiento de la forma de actuar, que aportamos en esta caso en la central, y las ganas de salir adelante del emprendedor. Además, se adapta a nuestra inquietud por crecer pero sin perder la frescura.

Nosotras tenemos dos centros propios, y ambas nos dividimos entre ellos. Por tanto la única forma de crecer era crear un entorno en el que ese sistema del que te hemos hablado, de aplicación de la psicología positiva, se lleve a cabo en un ambiente en el que el cliente tenga sensaciones agradables, placenteras. De ahí, por ejemplo, la decoración del local, los sillones –nos dimos cuenta de que al cliente le era más fácil hablar de lo que «le duele», en este tipo de asiento–, etcétera.

Influye todo: el color, la distribución de las salas… Hace que nada más entrar se sientan como en casa. Y como central, una de las cosas que está pasando es que nos especializamos, por así decir: Rosana es la que más se ocupa del concepto franquicia, y por ejemplo ayuda a Nuria en las cuestiones del día a día de la parte de negocio, y yo la ayudo más en el profesional de las terapias. Mi papel será el de formar a los nuevos franquiciados en técnicas de psicología positiva.


«Llevar a una persona a la mejor vida posible es de lo más satisfactorio para un profesional: conseguimos la mejor versión de cada uno de nuestros pacientes»


GE: Es decir, que en la actualidad tenéis tres establecimientos en marcha…

RP: En efecto, dos gabinetes propios y uno franquiciado: el de Núria. En Chile tenemos a un par de emprendedores intentando poner en marcha una franquicia maestra para Iberoamérica, y en España tenemos algunas compañeras buscando local para montar su propio Haztúa.

GE: ¿Qué requisitos personales ha de reunir quien desee poner en marcha una franquicia de Haztúa?

MP: O bien que la persona sea licenciada en Psicología, o bien que sea empresario y quiera diversificar. Hay que tener en cuenta que es un negocio en auge, porque cada vez más personas se atreven a ir al psicólogo. Además es más fácil ir a un psicólogo positivo que al digamos tradicional, porque la gente siempre creen que este último les va a juzgar de modo más severo; algo que en ninguno de los casos ocurre.

También hacemos formación tanto en el seno de compañías, como a personas individuales. Hacemos formación desde una psicología positiva en un montón de áreas: formamos a los operadores del 112, a funcionarios –en este caso, de la Comunidad de Madrid– de oficinas de empleo, instrucción al voluntariado que va a trabajar en ONG. De hecho, los acuerdos a los que llega la central, en cuanto a la formación de colectivos, es algo que luego aprovechan los franquiciados en su zona.

Rosana y yo nos hemos movido por toda España, impartiendo formación, y ya conocen Haztúa en muchos sitios.

GE: ¿Qué cuesta poner en marcha una franquicia de Haztúa?

RP: Pues en realidad no cuesta mucho más de lo que valdría poner en marcha un gabinete propio. Necesitas un espacio físico, un mobiliario… como si lo fueses a crear por tu cuenta, y 6000 euros de canon por la formación que facilitamos, por el éxito demostrado acumulado en nuestro saber hacer.

En total, podemos estar hablando de 21.000-22.000 euros. Como pagos periódicos, existe un royalty del 5% de la facturación mensual, que les ayuda a estar bajo el paraguas de Haztúa, y eso significa crecer y tener una marca valorada. En psicología funciona mucho la familiaridad, y esto lo fomenta precisamente la marca Haztúa; es nuestro mayor valor. Más un 3% de canon de publicidad.

A través de nuestra formación conocemos a muchos psicólogos. Y como es lógico les ofrecemos la posibilidad de la franquicia a los mejores, o a aquellos que creemos que tiene un plus de calidad: colaboración con el grupo, asertividad, capacidad de anticipación a los problemas, calidad personal…


Haztúa


GE: Habiéndole dicho al posible franquiciado lo interesante que es la actividad, y lo gratificante que puede suponer el día a día con los pacientes, vamos a decirle qué se gana con este negocio, cuál es la rentabilidad o el plazo de amortización de la inversión inicial…

RP: Emprender en psicología, ganarse la vida con nuestro negocio, se basa mucho en los clientes referidos por otros clientes, en el boca-oreja y en el conocimiento.

Una de las ventajas que ofrece la franquicia son las acciones de marketing conjuntas, que dan visibilidad y prestigio, incluso antes de haber alcanzado el número objetivo de clientes que hace que el negocio llegue a mantenerse por los referidos.

Nuestros datos y experiencia nos dicen que es un negocio muy rentable, y que se puede empezar a recuperar la inversión a partir del primer año de funcionamiento, cómo dicen en ciclismo «según el mejor horario previsto por la organización». Es decir, en el mejor de los casos, se puede empezar a recuperar la inversión a partir del año. En el peor, podríamos hablar de tres años. Pero no sería normal tardar tanto, y habría que analizar qué está ocurriendo para que llegado a los tres años no se esté ya en positivo.

Hay que tener en cuenta también la estacionalidad y la elección de un lugar correcto para la ubicación del centro. Pero la central siempre va a asesorar a cada franquiciado sobre esos factores que sabemos que influyen en que la recuperación de la inversión pueda ser más rápida. 

GE: ¿Podemos hablar de objetivos de crecimiento para un plazo medio?

MP y RP: Pues la idea es que para 2025 tengamos ya funcionando una red compuesta por una veintena de de gabinetes Haztúa abiertos. Ahora estamos aún dando a conocer la marca. Y los psicólogos somos seres solitarios, a los que nos da un poco de «respeto» todo este tema del negocio, de la franquicia. Pero no queda otra si quieres vivir de tu carrera.


Puede obtenerse más información acerca de Haztúa en su página web.

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