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«DyD pone 11 años de experiencia al servicio de cada franquiciado»

Nicolás Diestre, socio fundador de DyD Servicios Empresariales

Gaceta del Emprendedor (GE): ¿A qué se dedica DyD, y por qué es una alternativa de negocio interesante para un emprendedor?

Nicolás Diestre (ND): La sociedad se creó en 1994, en 2006 fuimos de los primeros en crear aplicaciones web «en la nube» para autónomos y para sociedades. Acumulamos pues una experiencia de 11 años en el funcionamiento de este tipo de aplicaciones, que además son multiusuario y multilenguaje.

Es decir, que se pueden trabajar desde cualquier lugar, a cualquier hora y desde cualquier ordenador. Y se trata de aplicaciones desarrolladas en múltiples idiomas. En este momento, la de autónomos está en francés, en inglés, en castellano y en alemán. Y estamos haciendo lo mismo con la de sociedades.

Estas aplicaciones se usan para llevar la gestión administrativa de autónomos y sociedades. En el caso de las sociedades: albaranes, almacén, facturas, contabilidad, cartera de cobros y pagos, remesas de efectos, listados de balances mensuales, trimestrales, anuales, conciliación bancaria… ¿Qué ventajas tiene todo esto? Pues que puede haber una persona haciendo albaranes en Madrid, otra persona facturando en Majadahonda y otra llevando la contabilidad desde Soria, y todos ellos trabajando a la vez con la misma aplicación.

Hemos tardado muchos años y hemos invertido mucho dinero y tecnología para poder desarrollar estas apps, y las estamos ofreciendo al público a un precio muy competitivo.

GE: Y ahora, ponen todo eso a disposición de aquellos emprendedores que quieran ser franquiciados, ¿no es cierto?

ND: En efecto. Un colaborador o un franquiciado de DyD es una persona a la que se le ofrecen estas aplicaciones, arropadas con fiscal, contable, laboral, tributario y otros servicios, para que él pueda ser nuestro gestor administrativo contable de una zona determinada.

Eso significa que él va a tener, por un precio económico, nuestras aplicaciones y nuestros servicios, y va a actuar como gestor/administrativo/contable facturando lo que él crea por nuestros servicios, más su trabajo como administrativo o contable.

Pongo un ejemplo. A un autónomo que quiera hacer los modelos del IVA e IRPF, nosotros se lo damos al franquiciado por 18 euros al mes; si él le factura al cliente por sus servicios 70 u 80 euros al mes, es evidente que el beneficio es alto, porque nuestro coste es muy bajo, y él no tiene que hacer ningún tipo de inversión, porque se lo damos todo hecho.

Y si hablamos del tema laboral es exactamente lo mismo: el franquiciado actúa como un mero intermediario entre DyD y su cliente.

GE: ¿En qué momento decidisteis en DyD comenzar a conceder franquicias a terceros, y por qué?

ND: En el equipo de DyD hay ingenieros de telecomunicaciones y técnicos tributarios –en mi caso aúno ambas facetas–, y tras esa evolución de la empresa y de nuestras apps, empezamos a crear una red de colaboradores en 2016, y en octubre de 2017 es cuando realmente lanzamos la cadena de franquicias. De hecho, hicimos la presentación el 20 de octubre en el SIF de Valencia, donde cerramos operaciones muy interesantes y ahora estamos recogiendo los frutos.

Lo cierto es que DyD es una opción muy distinta a la de las franquicias clásicas. Nosotros nos dirigimos al emprendedor puro, a la economía colaborativa, y ahí es donde la persona que desea convertirse en franquiciado no tiene que hacer a priori ningún tipo de inversión. Nos interesa la gente seria, formal y trabajadora, pues la formación se la proporcionamos nosotros.

Hay comunidades autónomas que prácticamente están subvencionando los 6.000 euros del canon de entrada de nuestra franquicia; por ejemplo la comunidad autónoma extremeña.

«Acumulamos más de una década de experiencia en diseño de apps ‘en la nube’ para autónomos y sociedades, que se pueden emplear desde cualquier lugar y hora, en cualquier dispositivo, y en varios idiomas».

GE: Entonces, a medida que crezca la red, las cifras de usuarios de las aplicaciones empezará a crecer exponencialmente, ¿no es cierto?

ND: Estamos empezando a expandirnos. Si cada colaborador y cada franquiciado empieza a captar clientes, la cifra se puede disparar, hasta tal punto que este mes hemos cambiado de servidores para poder aceptar esta captación de clientes. Los autónomos son los más sencillos de llevar; la sociedad es más difícil de trabajar, pues es preciso tener más conocimientos de gestoría administrativa, de facturación, de contabilidad…

La idea del colaborador surgió porque hay muchos autónomos y empresarios que todavía hoy quieren a alguien que “les lleve los papeles». Entonces, si disponemos de un colaborador en una zona determinada, puede visitar al cliente, recoger la documentación, llevársela a su casa o a su oficina, introducirla y devolverla de nuevo al interesado, y así sucesivamente. La ventaja es que trabajará on line, y puede estar donde quiera: en una cafetería, en su casa cuidando de los hijos… Una norma para el franquiciado es que cada mes se cierren las contabilidades en una fecha concreta, con lo cual al cliente le puede facilitar la información apretando un botón; nuestros clientes saben que pueden tener su previsión de impuestos a un solo ‘click’.

GE: ¿Algún tipo de trato preferente a la figura del franquiciado?

ND: En el caso del franquiciado lo que hacemos es apoyarle: con los 6.000 euros de cuota de enganche, le invitamos unos días a nuestra oficina, le pagamos el hotel, le ponemos en marcha una web corporativa, le entregamos toda la parte publicitaria y la documentación necesaria, y le formamos para que venda estos productos.

Insisto en que el apartado de autónomos es el más sencillo del proyecto, y tal vez el que puede ayudarle a capitalizarse en un principio, porque todos tenemos amigos y conocidos que pueden necesitar un gestor, pero puede vender el mismo producto para sociedades, y aquí es donde tendrá mucho más negocio.

También puede vender los servicios de «oficina virtual», que está cada vez más de moda, ya que el cliente final puede que no tenga oficina física.

La última pieza del proyecto consiste en que también van a formar parte de lo que llamamos “club de inversores”, una nueva iniciativa que se pondrá en marcha en enero de 2018 y que es muy distinta a lo que existe actualmente en España, donde se protege mucho al inversor.

GE: Vamos por partes… Cuando se habla de los clientes, ¿son del franquiciado o DyD les factura y paga luego a éste?

ND: El franquiciado será el que facture a sus clientes, y –al menos en teoría– los clientes serán de los dos, porque DyD será la que responda a sus demandas y cubra el servicio abonado, y es DyD la que responde de la presentación de los impuestos, pero será el franquiciado el que dará la cara ante ellos.

«Hay comunidades autónomas que están subvencionando prácticamente los 6.000 euros del canon de entrada; por ejemplo, Extremadura».

GE: ¿Es posible detallar un poco más esa formación recibida? Porque será clave en el desarrollo de la actividad…

ND: Invitamos al franquiciado a nuestras oficinas durante cuatro días, y le enseñamos el funcionamiento: las aplicaciones, cómo introducir los datos, con qué tipo de problemas se va a encontrar y cómo solucionarlos, elaboramos juntos su plan de negocio…

También le informamos de que tenemos un departamento de ayudas y subvenciones: cada día va a recibir una subvención o ayuda de su negocio, de su actividad y, lo que es más importante si cabe, de la de sus clientes, para poder venderse mejor.

GE: ¿Ofrecéis también formación de tipo comercial?

ND: Sí, tenemos dosieres ya hechos: cómo presentarse, qué preguntas efectuar… También le facilitamos prospectos publicitarios, presupuestos-tipo y documentación argumentando la diferencia entre DyD y la competencia…

GE: ¿Y en qué se diferencia DyD de la competencia?

ND: Somos distintos en que al cliente le podemos simplificar enormemente su estructura, porque el hecho de trabajar «en la nube», pero con las garantías de una empresa experta detrás, hace que todo resulte más sencillo, menos engorroso. Nuestras herramientas de gestión simplifican su administración, y eso, en unos tiempos en los que todo parece cada vez más normativo y aparentemente farragoso, es de agradecer.

GE: ¿Qué cuesta poner en marcha una franquicia de DyD?

ND: En realidad, basta con los 6.000 euros de entrada, que ya digo que pueden ser subvencionables, dependiendo de la comunidad autónoma de la que se trate y de la época del año que hablemos. Por ejemplo, en Madrid, ahora mismo, hay una subvención de 2.500 euros para los emprendedores que pongan en marcha su negocio. Y si el emprendedor es extremeño, la firma de una franquicia DyD le sale prácticamente gratis.

Y es que, a la hora de hablar de «entornos cloud«, las comunidades autónomas están funcionando muy bien en el ámbito concreto de las ayudas económicas. El estado central quiere ayudar a que todo el mundo se pase «a la nube».

También hay ayuntamientos que promocionan el empleo autónomo en su localidad, y sacan distintas líneas de subvenciones según sus presupuestos económicos.

«Las oficinas físicas son cada vez más costosas de mantener. Tenemos ‘freelances’ que actúan como secretarios para llevar toda la gestión administrativa con proveedores, clientes, etcétera, sin oficina física».

GE: ¿A qué dan derecho en concreto esos 6.000 euros de cuota de enganche?

ND: Se le confecciona un plan de negocio por actividad, un plan de formación, una web corporativa, dosieres de información y cuestionarios para preparar las ofertas detalladas, incluyendo todas las características diferenciales frente a la competencia. Al mismo tiempo se le posiciona en redes sociales y se le facilita toda la documentación necesaria para la promoción de la franquicia en su zona.

A lo que hay que añadir los cursos de formación para él o sus clientes. Y todo esto se traduce en negocio para él, y también para nosotros. Porque ésta es una franquicia en la que si no ganan los asociados no ganamos ninguna de las partes.

GE: ¿Puede detallar un poco ese plan de negocio para cada nuevo miembro de la red?

ND: Nos movemos en un valor medio de 70 euros en el caso de los autónomos, siempre en función del trabajo desarrollado para cada cliente, claro; si DyD le va a cobrar al franquiciado 18 euros por la labor desarrollada, le quedan 52 euros por autónomo.

De modo que si el franquiciado trabaja y se mueve comercialmente hablando puede conseguir todos los autónomos que se proponga, y el efecto es multiplicativo. Además, puede que el cliente, aunque se trate de un autónomo, tenga trabajadores, en cuyo caso tendremos otro negocio que se incrementa. Grosso modo, si consigue 30 clientes autónomos podría estar ganando 1.500 euros al mes, de entrada.

GE: ¿Qué previsiones contempla DyD respecto al número de colaboradores/franquiciados a firmar a corto y medio plazo?

ND: Es pronto para saberlo aún, si bien estamos teniendo muchas peticiones de información y reuniones con gente muy interesada. El colaborador es aquella persona que tiene otras actividades complementarias, y además colabora con nosotros. Por ejemplo, un agente de seguros o un abogado, que se dedican a su profesión y encuentran un complemento importante colaborando con DyD.

GE: Concluyamos con ese concepto de oficina virtual y el club de inversores que ha mencionado antes…

ND: La idea de la oficina virtual consiste en acercarnos más al mundo real. Todos sabemos que las oficinas físicas son cada vez más caras, y es costoso mantenerlas. Tenemos freelances que actúan como su secretario/a para llevar toda la gestión administrativa con proveedores, clientes, etcétera, sin tener oficina física.

Respecto al club de inversores, es una idea que surgió a raíz de diferentes reuniones: puede haber un empresario o emprendedor que pase por situaciones transitorias de financiación, que quiera montar un negocio y esté buscando que alguien invierta en él.

Pensamos en captar inversores de calidad, de tal modo que DyD estudia el problema de financiación del posible emprendedor, habla con los inversores para ver cómo se puede ayudar, interviene esta empresa mediante la oficina virtual y durante el tiempo que dure el préstamo este empresario o emprendedor pasará a ser cliente de DyD. Controlamos su gestión administrativa y sus recursos, porque los inversores tienen que recibir cada mes la cuenta de explotación de su negocio, y la cartera de cobros y pagos a 12 meses. Además este emprendedor firmará los seguros correspondientes: de vida, responsabilidad civil y otro que garantice el cobro de esta inversión. Por todo ello, DyD no cobra nada; solamente capta un cliente.

Puede obtener más información acerca de este concepto de franquicia en DyD Servicios Empresariales.

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