A estas alturas de neuromarketing, a nadie se le escapa que, en un supermercado, todo está perfectametne estudiado: desde los lugares y la colocación de los productos o el recorrido que es preciso llegar a hacer para efectuar una compra media de entre 5 y 10 productos, hasta el precio de algunos bienes de primera necesidad (pañales, pan, etcétera) o la música que acompaña a los clientes durante su compra. Y es que todo ello forma parte de una estrategia comercial para aumentar el volumen de ventas. Analicemos pues siete trucos que emplean las grandes firmas de supermercados para tratar de conseguir vender más.
Las cadenas de supermercados, los centros comerciales y las enseñas de franquicia emplean todo tipo de técnicas de mercadotecnia –muchas de ellas, subliminales– dirigidas a despertar, controlar, encaminar y explotar las más elementales apetencias consumistas de los ciudadanos, con el fin de lograr que estos desembolsen la mayor cantidad de dinero posible mientras se encuentran en el interior de estos establecimientos. Para saber más sobre el tema pincha aquí.
1 La colocación
Generalmente los productos denominados de primera necesidad suelen estar ubicados estratégicamente en medio y al final del local. De esta manera, se obliga al consumidor a recorrer todo el establecimiento, y aumentan las probabilidades de que acabe comprando artículos no previstos en un principio. Para saber más sobre el tema pincha aquí.
2 Los precios
Esos productos básicos, o de primera necesidad –leche, papel higiénico…– tienen un precio de compra al fabricante relativamente bajo, lo que los hace muy atractivos para ofrcerlos como «reclamo»: sin caer en la venta por debajo del coste (penado por la ley como ‘dumping’), sí pueden estar a un PVP tan atractivo que atraiga clientes.
3 Las promociones y ofertas
Las ofertas especiales y las promociones también tienen una posición estratégica. De hecho, son una gran fuente de ingresos. Por eso, estos ítems se encuentran en las esquinas de los pasillos, áreas que gozan de una alta visibilidad.
4 Las cajas
Otro gran filón es la línea de caja, por las que sí o sí han de pasar todos los clientes. Allí, los más pequeños tienen a su alcance chucherías y chocolatinas. Evidentemente, está es una oportunidad para contribuir a llenar la cesta de la compra que las cadenas de supermercados no pueden desaprovechar. Para saber más pincha aquí.
5 El olfato
Los sentidos a menudo son elementos decisivos, y estimularlos forma parte del trabajo de los supermercados. El olfato, por ejemplo, está muy vinculado con la memoria. Por tanto, con el olor de un alimento el cliente recordará momentos en los que disfrutó degustando ese producto.
6 La música
La música que se escucha también afecta a la manera de comprar. Si la canción tiene un ritmo acelerado los clientes recorren los pasillos a mayor velocidad. Por esta razón, escogen melodía con una musicalidad más pausada.
7 La vista y el sabor
El sabor y la vista son los sentidos más importantes a la hora de comprar. Los supermercados lo saben, y ayudan a alentarlos. Ofrecer a los consumidores degustar alimentos o colocar los productos de mejor aspecto a la vista son algunas de sus tácticas. Para saber más pincha aquí.