Endesa, Decathlon, la cadena de centros de salud Templo del Masaje e incluso la Embajada de China son algunas de las organizaciones que han recurrido la academia de patinaje de la 15 veces Campeona de España, Cristina Ortiz –Doble Empuje (www.dobleempuje.com), una escuela única en su género en España– en busca, o bien de premiar a sus empleados por su buen hacer profesional, o bien de mejorar sus competencias y habilidades, merced a la práctica de este deporte, que mejora la coordinación, incrementa la seguridad y la autonomía en los movimientos, además de la ampliar la resistencia cardiovascular y fortalecer y tonificar los músculos de casi todo el cuerpo. Con el plus de diversión y contacto social que proporciona.
La vinculación de la práctica de algún deporte y, en general del ejercicio físico, con la salud es de todos conocida desde hace mucho tiempo. Que ese estado de bienestar que se produce en nuestro cuerpo repercute también en beneficios para el estado de ánimo, también. «A cualquier edad, desde cualquier estado de forma de partida, el ejercicio físico nos ayuda a sentirnos mejor, porque estimula la producción de endorfinas, neurotransmisores que proporcionan sensación de felicidad y mejoran el estado mental y emocional de quienes lo practican», asegura, sabiendo de lo que habla, la 15 veces Campeona de España y Subcampeona de Europa de patinaje, Cristina Ortiz. Su escuela de aprendizaje y perfeccionamiento del patinaje, Doble Empuje –única en su género en España por su exclusivo sistema de enseñanza– trabaja cada vez más con empresas y organizaciones que buscan, o bien premiar a sus empleados por su buen hacer profesional, o bien de mejorar sus competencias y habilidades, merced a la práctica de este deporte.
Así, la empresa energética Endesa, la multinacional de superficies comerciales deportivas Decathlon, la cadena de centros de salud Templo del Masaje e incluso la Embajada de China son buenos ejemplos de ello. «El doble empuje es una técnica avanzada de patinaje en línea, pero también es una metáfora acerca de cómo este deporte puede ayudarnos doblemente a alcanzar cualquier meta personal y profesional», explica el experto en formación empresarial Javier González Quintas, para quien «la relación entre las competencias y habilidades requeridas para el deporte y las aplicadas en el desarrollo profesional son una evidencia contrastable». De hecho, según este asesor con más de dos décadas de experiencia a sus espaldas, «la fijación de metas, la concentración, la autosuperación, la motivación o la capacidad de asumir retos, que están presentes en el patinaje, entre otras actividades deportivas, contribuyen a fortalecer una estructura psicológica cada vez más requerida en cualquier desempeño laboral».
Los numerosos beneficios del patinaje lo convierten en una actividad sumamente atractiva: aporta y desarrolla coordinación y psicomotricidad. Mejora la resistencia cardiovascular, al tiempo que fortalece y tonifica no sólo piernas y glúteos, sino que también trabaja grupos musculares como los abdominales y los brazos. Así, no es de extrañar que cada vez sean más los adultos que acuden a esta escuela (en concreto, un 50% de su alumnado) en busca de mejoras en su estado físico, con el plus de diversión y contacto social que proporcionan los microeventos turísticos, deportivos y lúdicos sobre patines que organiza: disfrutar de las luces de Navidad, del parque de El Retiro en primavera…
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La escuela de patinaje Doble Empuje ofrece clases de iniciación, perfeccionamiento y patinaje de velocidad para adultos y niños, tanto en grupos como individuales. Las clases grupales tienen lugar en los parques de El Retiro, Juan Carlos I, en el barrio de El Pilar y en los municipios de Vicálvaro y Rivas-Vaciamadrid, mientras que las particulares se imparten donde prefiera el alumno. Los beneficios de este deporte lo convierten en una actividad sumamente atractiva: aporta y desarrolla coordinación y psicomotricidad. Mejora la resistencia cardiovascular y fortalece y tonifica no sólo piernas y glúteo, sino también trabaja grupos musculares como los abdominales y brazos. A los pequeños les ayuda a desarrollar el sentido del equilibrio y favorece el desarrollo de su autonomía, puesto que enseña a caerse, levantarse y seguir adelante.