Marlin Padel: un negocio que no sólo está en las clases

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Sergio Natividad es el director general de Marlin Padel (marlinpadel.com), una franquicia pionera en España dedicada a la organización y gestión de todo lo relacionado con este deporte de raqueta, que se puso de moda en nuestro país a finales de los años 80, y ha logrado que su práctica sea ya tan aceptada que hasta la Real Academia de la Lengua ha castellanizado su nombre; eso sí, con la correspondiente tilde sobre la ‘a’. «Basta con darse una vuelta por cualquier ciudad, y observar un poco: se cuentan por miles las personas que practican el pádel. Porque no solamente están quienes ya lo conocen, sino todos aquellos que lo van descubriendo cada día, porque les invita un amigo, porque se mudan a una comunidad con pistas, que es algo cada vez más frecuente…», argumenta Sergio Natividad. «¿Existe algún otro deporte que puedas practicar si tienes apenas un rato libre, que te permita cultivar tus amistades y hacer nuevas, que no requiera mas que dos participantes para organizar un partido, y que se pueda disfrutar al máximo incluso sin ser un experto? Ninguna tendencia social triunfa y se acaba imponiendo porque sí. El pádel está creciendo más que ningún otro deporte porque responde a las condiciones de vida de los ciudadanos reales».

Habiéndose percibido del fenómeno que la irrupción de este deporte estaba causando en España, Sergio Natividad puso en marcha su propia empresa, junto a su hermano, en 2006. Y la iniciativa vino impulsada por el hecho de que ambos eran monitores, tras estar muy vinculados a la raqueta desde su infancia y primera adolescencia, y estando trabajando en diversos clubes apreciaron que era necesario un negocio de este tipo. Que se ocupase de organizar clases a domicilio, de llevar la gestión de instalaciones, de vender material… Marlin Padel nació en Madrid, y lo hizo precisamente en una zona de nueva construcción, como en Las Tablas, que tiene una gran concentración de edificios de viviendas con zonas exclusivas de pádel y una población joven como inquilina de dichos pisos. «Tras ocuparnos de la gestión del deporte en esta zona, nuestro prestigio empezó a trascender, y nos dimos cuenta de que nos llamaban de toda España las reclamaban para que nos hiciésemos cargo de dar clases y de gestionar unas pistas, que estaban construidas pero que nadie sabía qué hacer con ellas…», recuerda Sergio Natividad, que se sorprendió tanto como su hermano cuando, casi sin comerlo ni beberlo, se convirtieron en los número uno de España en su terreno. Por eso se dieron cuenta de que el control efectivo del negocio en toda la geografía española, desde la distancia, resultaba ilusorio: poco menos que imposible. Era necesario echar mano de la fórmula de la franquicia, para que fuesen emprendedores locales los que desarrollasen la actividad, cada uno en su demarcación.

Llevaron a cabo pues un estudio de mercado y un planteamiento de negocio y se dieron cuenta de que lo único que le hacía falta al posible emprendedor era darse de alta como autónomo, que no precisaba de local, ni eran necesarios esos gastos fijos –más que los estrictamente imprescindibles– que siempre lastran los inicios de una iniciativa empresarial, y se lanzaron a ofrecer a los posibles interesados una franquicia que tiene apenas un 5% de ‘royalties’, «es decir, que el 95% de lo que consigue cada uno de nuestros franquiciados es para ellos. Y a nada que exploten medianamente bien el negocio, la rentabilidad que ofrece el concepto Marlin Padel es muy interesante, la verdad». Ese concepto al que se refiere Sergio Natividad aúna cinco líneas de negocio: «La más sencilla es dar clases de pádel a domicilio, en colegios, en polideportivos, en comunidades de vecinos… Pero además, tiene una segunda fuente de ingresos que es la venta de material para la práctica del deporte, a precios competitivos. Una tercera vía de negocio lo conforma la organización de eventos, mediante un software específico que facilitamos, y que consiste en la puesta en marcha de torneos masculinos, femeninos o mixtos en clubes de pádel, captando jugadores que quieran competir y gestionando las reservas de pista, inscripciones, regalos, promocionales y trofeos. La cuarta ‘pata’ del negocio es la Marlin Padel Academy, esto es, cursos de perfeccionamiento para jugadores de nivel medio-alto, a cargo de 2 entrenadores de reconocido prestigio; y por último están los ‘clinics’ o clases-demostración de jugadores profesionales». A todo ello, los hermanos Natividad tienen entre manos la organización del Marlin Padel Tour, de marzo a julio de 2015, «un torneo que hemos organizados bajo el lema “un torneo profesional para jugadores no profesionales”, y que está teniendo muy buena acogida».

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Marlin Padel cuenta ya con 36 unidades operativas por toda España, una de ellas propia y 35 franquiciadas, y la idea de sus responsables es cubrir todo el territorio nacional antes de concluir 2016. Teniendo en cuenta que algunas de las últimos concesiones de franquicias que están haciendo son ya para toda una provincia, puesto que no todas son iguales, y mientras que Salamanca, Toledo o Ciudad Real sólo pueden contar con una franquicia uniprovincial, las grandes capitales, como Barcelona o Madrid, podrían tener entre 5 y 10 respectivamente.

La inversión necesaria para poner en marcha una franquicia Marlin Padel es de 599 euros, que dan derecho al uso de la marca y al asesoramiento integral previo a la apertura, incluida la formación inicial por parte del equipo de la central. Como inversión optativa, sus responsables contemplan el material publicitario para la apertura (tarjetas y folletos), de unos 75 euros; el software de gestión para torneos y eventos, que ronda los 180 euros; la adquisición de una pala de alta gama y material textil personalizado marca Marlinpadel, esto es unos 200 euros; y el seguro de responsabilidad civil anual, de 320 euros. Existe sendos pagos periódicos, que son un royalty de funcionamiento del 5% de la facturación ,con un mínimo de 50 € al mes, y un del royalty de publicidad o marketing, que es de 10 € al mes. En cuanto a la rentabilidad del negocio, Sergio Natividad habla de un par de meses para recuperar la inversión inicial, con una facturación estimada el primer año de funcionamiento al completo de 25.000 € (y unos resultados netos de 6.300 euros), 35.000 € para el segundo año (para unos resultados netos de 10.300 euros), y 45.000 años de euros para el tercer año (con unos resultados netos de 16.600 euros), «pero ojo, empleando o cabo del día no más de 3 ó 4 horas; esto es, a tiempo parcial».

FICHA DE FRANQUICIA

Creación de empresa: 2006
Inicio de la expansión: 2007
Inversión necesaria: 599 euros
Inversión optativa: 750-800 euros (material deportivo, seguro de responsabilidad civil, material de imprenta…)
Royalty de explotación: 5% de las ventas mensuales (mínimo 50 euros)
Royalty de publicidad: 10 euros mensuales
Duración del contrato: anual, pero renovable si ambas partes están de acuerdo
Requisitos del local: no es preciso
Zonas de especial interés: Aragón, Baleares, Extremadura y Galicia.

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